"Origin Vol.1" tan solo hace algo más de un mes que salió al mercado, sin embargo sus temas sonaron como clásicos. Con algunos altibajos, los suecos, supieron encarrilar perfectamente el show, siendo los temas más enérgicos los más coreados, y percatándose de ello, dieron lo que el público quería. La banda suena cada día más a sus paisanos de Hellacopters, y es eso lo que les hace llegar al paroxismo, con un dúo de guitarristas al más puro estilo Pete Townshend, de hecho las referencias a The Who son obvias. Pero cuando bajan el ritmo y se dedican al pop psicodélico nos recuerdan horrores a los patéticos y estúpidos Oasis, con los que giraron en el 2002 y a los que pusieron en un duro aprieto para poder superarlos sobre las tablas.

En Apolo, con un público escaso e internacional, hicieron un repaso a sus cuatro trabajos, siendo los dos últimos, "Behind the music" y "Origin Vol.1" los que ocuparon el recorrido del set list, que acabaría con su orondo y espiritual cantante Ebbot Lundberg cantando entre el público, subido en los asientos y con ciertos problemas de equilibrio debido a su peso, pero al que supo manejar a sus anchas sentándolo alrededor suyo como si de un Mesías se tratase en una armoniosa comunión, demostrando una total entrega por parte de ambos bandos que se certificó con unas impagables sonrisas de satisfacción al finalizar la actuación.