Por tercer año consecutivo como viene siendo habitual, tuvimos nuestra dosis de Thin Lizzy a cargo de esta ejemplar banda barcelonesa, amantes de la música de Phil Lynnot, al cual le dedican un bonito, entrañable y sincero homenaje. Y este año lo bordaron con un extenso repertorio que superó con creces todas las expectativas. Desde el comienzo con “Jailbreak” hasta el final con “The Rocker”, se metieron al numeroso público en el bolsillo gracias al desparpajo del cerebro de la banda, el gran Lon Spitfire, que sabe muy bien como montar un sarao y más cuando de fondo tenemos la música de uno de los mejores grupos de la historia.

A los temas habituales que nos ofrecieron en anteriores ocasiones, caso de “Cowboy Song”, “The boys are back in town”, “Chinatown” o “Don´t believe a word”, se unieron clásicos de la talla de “Bad reputation”, “Cold Sweat”, una genial “Waiting for an alibi” y una inesperadísima “Soldier of fortune” que a pesar de bajar la intensidad del show sonó a gloria.

Y en una fiesta como esta era obligado tener alguna sorpresa que fue en forma de invitados, con Oscar de Ron Vudú dándonos una lección magistral a la harmónica y el freaky más grande de la Sala Magic, Fito, a las maracas, gritos, chistes y sus más que extraños movimientos, todo ello en concordancia con una banda que se mostró perfecta en todos los sentidos. Seguro que todos los presentes estamos deseosos de que llegue el próximo año para continuar la fiesta.