Cuatro grupos con estilos musicales muy diferentes, tres nacionalidades distintas, patrocinados por unas mismas marcas, recorriendo medio mundo ofreciendo casi cinco horas de show… de que se trata??? pues del Eastpak Antidote Tour, que el pasado 14 de noviembre pudimos disfrutar de esta especie de max-mix musical en la sala Apolo de Barcelona.

El reggae de Bedouin Soundclash fue el encargado de abrir cartel. Este grupo canadiense compuesto por un vocalista-guitarra, un bajista y un batería, además de tener el peso de ser los primeros, fueron los que contaron con menos público (unas 25 personas como afirmó el vocalista Jay Malinowski) aunque contaron con unas fans canadienses que coreaban sus canciones y con apenas 30 minutos. Les alcanzó para interpretar unos seis temas, entre los cuales un cover reggae de “New Years Day” de U2.

Siguiente parada, el cuarteto finlandés Disco Ensemble con un hardcore-progresivo o bien punk. Contaron igualmente con 30 minutos aunque fue mejor aprovechado ya que interpretaron más temas que sus predecesores. Algunos de los temas fueron “This is my head exploting”, “Videotapes” o “Black Euro”. Mikka, vocalista y teclista (el teclado parecía de coña), me recordó por su tono de voz a Robert Smith, vocalista de los míticos The Cure.

Entre cambio y cambio de escenario se iba llenando la sala para dar paso a otros desconocidos para mi, Gogol Bordello. Ya solo las pintas del vocalista Eugene Hütz o del violinista Sergey Ryabtsev, hacían prever un ambiente festivo entre ritmos de ska mezclado con polka y letras incomprensibles ya que era imposible descifrar en que idioma cantaban. Estos inmigrantes de Europa del este afincados en Nueva York fueron la sorpresa de la noche, parecía casi imposible despegarlos del escenario ya que el público no podía parar de bailar y saltar con sus canciones. “Immygrate Punk”, “Mishto” o “Think Locally, Fuck Globally” acompañados por un divertidísimo dúo de violín y acordeón fueron algunos de los temas interpretados.

Tras despedirse volvieron a salir con más energías y espectáculo aún. Aquello parecía un concierto de los Inumanos, salía gente de todos lados, además de los seis componentes estáticos de la banda, aparecían y desaparecían dos chicas con atuendos “gypsy”, mascaras, bombos y platillos. Lo curioso es que dichas chicas sólo bailaban y en caso de abrir la boca coreaban “lalalalalala lelelelelele lililililili” o bien “nananana”. El colofón final vino de manos de “Baro Foro” con ocho minutos de duración y bises hasta la saciedad. Hütz acabó encima del bombo de una de las chicas aguantado por el público y paseando de fila en fila, saltando y dándole con un palo a un cubo metálico.

Después de esta gran actuación el público se fue a reponer fuerzas a la barra mientras se hacían los últimos retoques para el grupo principal de la noche y también el más conocido, los también rockeros canadienses Danko Jones. Quizás hayan sido teloneros de las mismísimas satánicas majestades o de los "Backyard Babies” pero su actuación careció de todo tipo de espectáculo y de interés. Más que un concierto, pareció un monólogo del club de la comedia, la broma de “mi nombre es Dan Cojones” adornada con algunos calcetines en el paquete del vocalista fue repetida hasta la saciedad. Entre tema y tema había un concierto de bostezos entre los asistentes. Pese a todo, sonaron “Baby Hates Me”, “She’s Drugs” o “Cadillac” entre muchas otras. Divertido como siempre no llegó a ser lo mejor de la noche y es que los “Gypsy Punks” dejaron el listón muy pero que muy alto.