Había expectación por ver a The Cult de nuevo y muchos hicimos doblete junto a Ian Astbury cuando pasó por el mismo escenario hace poco más de un mes junto a Riders on the Storm. En aquel show era un simple asalariado pero esta vez lo teníamos junto a su banda de toda la vida y como no, junto a su ¿amigo?, ¿enemigo?, Billy Duffy.

“Lil´ devil” fue la mejor forma de abrir un show, basado principalmente en los dos grandes álbumes del grupo, “Electric” y “Love” sin olvidar “Sonic Temple” y un bonito recuerdo a “Dreamtime”, del que sonó “Spiritwalker”. Astbury estaba feliz y se le notaba por sus maneras en el escenario, sin parar tan solo un momento y muy comunicativo con un público rendido a sus pies sobre todo cuando sus palabras eran en castellano o hacía alguna alusión al Barça. Billy Duffy, con una imagen muy rockera y algo envejecido, dio una lección de riffs a diestro y siniestro. Pero la comidilla del pre-show, era ver que tal se relacionaban entre los dos, y tras muchos años de frías actuaciones, el buen rollo se apreciaba por todo el escenario; risas, apretones de manos e incluso jugaron con un balón de fútbol, que Astbury lanzaría al público.

Además de las canciones de los discos mencionados, “Wonderland”, “The Saint” y la insulsa “The witch”, también formaron parte del repertorio, interpretando además “Edie (Ciao baby)” en versión acústica ellos solos, sentados en unas banquetas. Y para terminar, ya en los bises, dos viejos temas de “Love”; “The Phoenix” y “She sells sanctuary”