Con la sala a rebosar y a la hora prevista, se presentó en el escenario el cantante Mike Tramp, único componente original de White Lion, acompañado por cuatro músicos bien integrados (Troy, Jaime, Henning y Claus) que disfrutaron de la fiesta como el que más. Hard rock con base en los 80.

Abrió el concierto “Lights and Thunder” y ya no dejamos de corear hasta el final por todo el repaso de sus pocos, pero muy queridos discos. Le siguieron “Living On the Edge”, “Broken Heart”, “Fight To Survive”, sin faltar la emotiva “Lady Of The Valley” hasta despedirse con “Radar Love” tras nuestras aclamaciones. Se mezcló el rock pegadizo con las baladas y no bajamos la atención ni un momento.

Tocaron con ganas y conectaron con el público a la perfección. El calor apretó, el sonido nos desbordó un poco, pero pocos de nosotros se lo íbamos a reprochar por el buen ambiente que estaban creando, fue un lucimiento de buena actitud. Entre temas y solos de cada uno no faltó ni un solo momento una retahíla de lo mejor que Tramp supo decir en castellano para animarnos y lo consiguió, la promesa era una noche de rock y la tuvimos.

Para algunos era nuestra primera vez y no sabíamos qué esperar, pero sin duda pasamos un buen rato. Tras casi dos horas de buen hard rock, salimos con toda la ilusión de poder repetir y con la esperanza de que tantos otros grupos de renombre tomen ejemplo. Tomad nota.