Rock, funk, punk, garage y un sentido del humor cafre y surrealista son los principales ingredientes de la oferta de Electric Six. Comandada por el hiperactivo y dicharachero vocalista Dick Valentine, la banda de Detroit presentó en Bikini los temas de su último disco, “I shall exterminate everything around me That restricts me from being the master”.

“Siete para rock… siete para roll… ¡catorce!”. Con estas palabras en macarrónico castellano, tan enigmáticas como absurdas, Valentine marcó el inicio del concierto. El sexteto eléctrico saltó al escenario con ganas de hacer bailar y, sobre todo, reír a los asistentes, con canciones como “I buy the drugs”, “Master commander” o las célebres “Danger! High voltage” y “Gay bar”, sin duda los dos momentos álgidos de la velada.

Aunque los cinco instrumentistas de la banda (los guitarristas Rock and Roll Indian y Surge Joebot, el bajista Disco, el batería M. y el teclista Tait Nucleus) demostraron tener algo más que tablas en directo, la auténtica estrella del show de Electric Six es sin duda Dick Valentine. Con un aspecto de oficinista desastrado, el cantante provocó constantes carcajadas entre el personal gracias a sus sarcásticas muecas, sus movimientos paródicos y un par de monólogos que sólo cabe calificar como delirantes.

El único pero que cabría poner al concierto, que por lo demás rozó el sobresaliente, fue su corta duración: apenas una hora y cuarto, bises incluídos. La verdad es que estos seis chalados nos dejaron con ganas de mucho más.