Fermín Muguruza se presenta con una nutrida banda, en composición de habituales colaboradores y nuevos elementos, que en conjunto resulta una magnífica escenificación de buena música en clave de reggae, ska y otras connotaciones más rockeras, con contundentes mensajes de agitación social.

La Afro-Basque Fire Brigade, escenifica el último trabajo de Fermín Muguruza (Euskal Herria Jamaica Clash) compuesto por trece músicos, donde nos encontramos rostros reconocidos en su trayectoria, como son la sección de metal compuesto por Fino al saxo, Jon al trombón, Lombi a la trompeta, Xabi solano a la trikitixa, Oskar Benas a la guitarra, Sorkun a los coros, Dz a los platos, Mikel Abrego a la batería y al bajo nos encontramos con el cubano Víctor Navarrete y de la misma nacionalidad, Leo Rodríguez a la percusión, los jamaicanos FranklinWaul a los teclados y la vocalista Stephanie Wallace, todos ellos son el rostro de Talka-choque, encuentro, kombate-tour.

La banda arrancaba con una pieza instrumental sin la presencia de Fermín, mostrando una buena conjunción y harmonioso rol musical entre sus miembros. La aparición de Muguruza es largamente ovacionada, eleva la escenificación a otro estadio, y es que su coherente trayectoria como músico sensibilizado con temas de índole social, le precede.

El concierto nos deparaba sorpresas, una vez ejecutado temas del nuevo trabajo, asistimos a un repaso por distintos temas tanto de su etapa con Negu Gorriak, como de Kortatu, que fueron muy agradecidos por el público. Muguruza elevó el climax cuando en uno de los bises que ofreció, hizo la aparición con una camiseta del futbolista del Barça Oleguer, evocando la desmesurada reacción de que fue objeto por unas declaraciones.

El concierto dio para mucha reflexión por todo lo acontecido en su transcurso, el público se veía satisfecho, queda constatado que la afluencia como era de predecir no era vasco parlante en su mayoría, pero eso no fue ningún impedimento para la perfecta harmonización ambiental.

Volviendo al tema musical, decir que las distintas secciones (vientos, coros, percusiones) hacían gala de una entrega total y consecuente sobre lo que se iba desarrollando sobre el escenario, el acordeonista asumía con ímpetu las aportaciones que hacía, cabe agradecer al bajista su inagotable energía y disfrute en cada uno de los temas, en general la Afro-Basque Fire Departament sugieren un posicionamiento férreo y reivindicativo.

Esperemos su nueva presencia por estas tierras que seguro que siempre los recibirá con los brazos abiertos. ¡Ke bien que lo estoy pasando bailando este ska, ke os den por culo a todos, ke esto se acabó!