Savia
Sala Bikini
09/06/07
Texto y foto: Franhit
Serían aproximadamente las 21.30 h. de un sábado futbolero por excelencia, que estoy
seguro que restó algún que otro espectador, aún así, alrededor 300 incondicionales comenzaban
a escuchar las primeras notas de la intro que mantenía expectante al aforo reunido en la
sala Bikini por estos cuatro madrileños llamados Savia.
No me gustaría comenzar esta crónica sin rendir desde estas líneas un sentido y sincero
homenaje hacia nuestro querido y malogrado Alberto Madrid, batería que nos dejó hace ya
algunos meses a causa de un desgraciado accidente D.E.P.
Como decía, al compás de los primeros acordes de la intro, fueron apareciendo en escena
Carlos Escobedo (voz y guitarras), Fernando Lamoneda (guitarras), Jesús Pulido (bajo y voces) y la nueva incorporación a la banda en sustitución del anteriormentecitado Alberto Madrid, el batería José Pereira. Una vez en situación comenzaron su set-list con el tema “Llama a Dios”, corte que abre su segundo disco titulado “Savia” y que sonó realmente atronador. Sin prisa, pero sin pausa, fueron desgranando temas de sus dos discos como “Quiero ser Yo”, “Desértico” o ”Inmortal”.
El público, no muy numeroso, pero entregado desde el principio fue calentándose poco a
poco, y Carlos Escobedo se les fue llevando sutilmente a su terreno, con ese don que sólo
él tiene para crear esa complicidad entre artista y respetable.
Siguieron canciones como “No más lágrimas”, “Cenizas de Ágel” y “Edén”,momento en que los temas empezaban a sonar cada vez mejor, y los cuatro chicos creaban una buena puesta en escena, sencilla pero muy correcta, con instantes en que los podíamos ver correr de un lado a otro del escenario, creando ese controlado “descontrol” que tanto nos gusta ver a aquellos que estamos abajo.
Lógicamente no dejaron escapar la ocasión de interpretar algún título de Sober y fue
entonces cuando nos sorprendieron con “Diez años”, una pieza básica en la discografía de la anterior banda de Carlos Escobedo. Tras “Agua para tu sed”, tema inconmensurable de éste su segundo disco y “Laberinto”, pausaron para ofrecernos “Arrepentido”, single del
disco “Paradysso” también de los ya extintos Sober. Es en este punto, donde me gustaría comentar la actuación del nuevo batería, José Pereira, músico curtido ya en mil batallas y con una excelente puesta en escena, con movimientos no demasiado espectaculares pero sí efectivos y contundentes, pero a la par, y en mi humilde opinión, demasiado frío y un tanto carente de transmisión hacia el público.
Como no podía ser de otra manera, Carlos y sus huestes nos tenían preparado el plato fuerte para el final, y casi sin querer, nos encontrábamos en él. Fue entonces cuando decidieron
deleitarnos con un bis que contenía “Insensible” y “Derrotado”, que coronaban así un
concierto serio, sobrio e intimista y con un sonido realmente excelente.
|