A los 14, llegó a mis manos un cd de un grupo llamado “Talisman”, para mí, entonces, completamente desconocido. Durante años tuve que escucharlo hasta la saciedad ya que si preguntada en alguna tienda por este grupo, me sacaban álbumes de música clásica. Con el tiempo, me hice con gran parte de su discografía y pese a ver a su vocalista en solitario en varias ocasiones, el pasado 31 de Mayo, diez años después, tuve la oportunidad de ver a mi banda predilecta por primera y última vez en directo, desgraciadamente.

Después de algunos años de silencio, en el 2006, volvieron con un álbum llamado “7” y prometiendo gira, aunque tuvo que ser pospuesta en varias ocasiones, (debido a la primera gran oportunidad que su vocalista Jeff ha conseguido en años, ser el vocalista de la mítica Journey) para convertirse en la última. Al llegar a la sala, me sorprendió la poca gente que había, aunque los conciertos de Jeff siempre han sido más bien “íntimos”, esperaba que su recién adquirida fama moviera a más gente a ver el que ha sido durante años su principal proyecto.

Con algo de retraso, y una intro que se hizo eterna por las ansias, uno detrás del otro, salieron los cuatro miembros de la banda. El tema más cañero de “7” fue el elegido para abrir el repertorio, “Falling” seguido de “Colour my XTC”. Después del típico “Goodnight Barcelona” y presentar a Brian Young, guitarrista que substituye a Fredrik Akesson, que decidió abandonar el tour a solo 4 semanas del inicio, sonó una de mis favoritas “Mysterious (this time is serious) y dos de sus clásicos más hard-rockeros “Coming Home” y “Break your Chains”.

Al ser el Farewell Tour había muchos temas por tocar para satisfacer al público, y por ello, hicieron fragmentos de algunos de los más significativos de la banda, ya que sino el concierto hubiese podido durar horas y horas. En este popurrí sonaron “Day by Day”, “Here 2 day, Gone 2 day”, y “Give me a sign” para finalizar con un tema completo, “Tears in the Sky”. A continuación, llegó un momento de relax con el solo del bajista Marcel Jacob, agradeciendo que no lo hiciera eterno como suele pasar en muchas ocasiones.

Otro par de fragmentos de temas compuesto por “All or Nothing”, “Outta my Way” y las baladas “In make Believe” y “Back 2 the feeling” dieron paso al medley al piano que nunca falta en los directos de Soto. La instrumental “Bellabeca” introdujo las increíbles “Heaven’s got another Hero”, “I’ll be there 4 U”, “Since you’ve gone” y la más coreada “Just between Us”. Pese a que para algunos de los asistentes se prolongó en exceso, hay quien aprecia esta vertiente; el año pasado en UK le editaron un cd con las mejores baladas de toda su carrera. Además, tuvo su toque divertido con el resto de la banda intentando despistarle, el batería Jamie Borger haciendo algunos pasos de ballet y como no, su mayor fan, el manager “Uncle Hefty” coreando y bailando absolutamente todos los temas.

Aún sentado al piano, sonaron las primeras notas de uno de los mejores covers de su discografía y el que fue unos de los puntos álgidos de la noche, “Frozen” de Madonna. Con todo el público coreando y anunciando lo cerca que estaba el final del concierto, llegó el turno de la archiconocida “I’ll be Waiting”, canción que da mucho juego en directo, ya que empieza como una balada para convertirse en uno de los temas más agradecidos. Además, siempre hay un parón a media canción; esta vez con un pique entre la voz de Soto, el público y la guitarra de Brian, un fragmento de “Living on a prayer” e incluso le cantamos el “cumpleaños feliz” a Jamie para volver finalmente al estribillo del tema que habíamos dejado aparcado.

Lamentablemente solo hubo tiempo para un tema en los bises, otra versión, pero esta vez de Seal, “Crazy”. Aunque el concierto se hiciera algo corto, el setlist fue muy acertado, los músicos increíbles, en especial Young, que pese a no tener nada que ver con la banda supo defender su puesto a la perfección; y Jeff, todo un showman, como siempre, supo animar al público, con sus bromas, sus intentos fallidos de hablar en español, sus bailoteos sexis (de agradecer entre el sector femenino) y como no, su gran voz.

Hay que reconocer que para ser el tour de despedida los músicos quizás no estuvieron al 100% de sus posibilidades, carencia que cubrieron de sobra al día siguiente en Madrid, con un tema más en el encore “Standing in Fire”, más energía y algo más de “savoir faire” en el escenario. Al finalizar el show, salieron a firmar y a hacerse fotos con todos los asistentes que habíamos esperado, demostrando lo entregados que están a sus seguidores. Esperemos que esta separación sea temporal.