Llegado a su octava edición el festival Primavera Sound presentó este año en su jornada inaugural dos platos fuertes: Public Enemy y Portishead. En el Parc del Forum la noche ofreció a los asistentes (alrededor de 20.000) muchos y variados espectáculos entre los cuales destacaron la visita de los neoyorquinos y el esperado retorno de la aclamada banda de Bristol.

Como ya nos vamos acostumbrando, las largas colas a la entrada del Parc del Forum daban la bienvenida a las numerosas personas que no querían perderse la primera de las tres noches del que, con su cartel y organización, se ha confirmado como uno de los festivales punteros y de mas interés de europa.

La noche del jueves presentaba un programa para todos los gustos y bajé a la zona del anfiteatro (Escenario Rockdelux) para ganarme un buen sitio entre la multitud que esperaba a los Public Enemy. Siguiendo la tendencia de los últimos años, los de Nueva York iban a tocar los temas de un solo disco, aquel “It takes a nation of millions to hold us back” que ya es un clásico del hip hop de la costa Este.

Arropados en uniformes militares y con los puños levantados, Chuck D, Flavor Flav y los suyos salieron al escenario empezando con “Countdown to Armageddon” seguida del hit “Bring the Noise” que subió la temperatura entre el publico. Las manos levantadas al ritmo de las palabras sincopadas iban acompañando la banda durante todo el concierto y no faltaron los anatemas contra EEUU y su mandatario George Bush. Se sucedieron “Louder then a Bomb”, “Rebel without a Pause” y “Prophets of Rage” hasta llegar a la sorpresa final de “Fight the Power”, canción no incluida en el disco pero que sí representa el verdadero himno de los PE.

Saltando y rapeando los de Long Island saludaron el publico extasiado por una hora larga de concierto (más el preludio de “Da Bomb Squad”) y yo me fui a comer algo feliz por haber visto por fin a este tío de los dientes de oro y el reloj como collar que se asomaba de las portadas de las revistas de mi adolescencia.

Con la barriga llena volví a bajar por las gradas encontrando, eso sí, bastante más gente que en los PE, aunque al concierto aún faltara más que media hora: es que los Portishead eran sin duda los más esperados de la noche. Beth Gibbons y los suyos acudían al festival para presentar su nuevo disco,“Third”, bastante alejado del estilo Trip Hop que ellos mismos contribuyeron a formar a mediados de los noventa.º

La actuación empezó con algunos de los nuevos temas, entre los cuales hay que destacar “Silence”, pero no tardaron en llegar los éxitos de “Dummy” que la mayoría quería saborear. Primero fue “Mysterons” y luego vino “Glory Box”, el segundo single de los de Bristol. La voz de Beth Gibbons, calida y sugerente, hacia de contragolpe a las secuencias programadas y las guitarras ácidas de la banda, mientras su figura casi etérea brillaba delante del mar.

Cayeron más exitos: “Numb” y “Magic Door” introducieron a “Over”, del segundo trabajo, “Portishead”, y a “Sour Times”, uno de los momentos más aclamados. Aún hubo tiempo para repasar “Only You” y “Roads” hasta que la banda concluyó su espectáculo con “We carry on”del ultimo disco.

Las luces lentamente se encendían y el público despertaba de este paréntesis onírico: para quién quisiera más los Portishead llenaron el día siguiente el Auditori con una actuación más íntima.

Pero la noche aún no había llegado a su fin y el escenario Rockdelux iba a ofrecer otro espectáculo de Hip Hop: De La Soul, padrinos del rap pacifista de la Costa Este, nos iban a hacer bailar con su música desenfadada y alegre.

Hicieron un concierto correcto, después de los bolazos precedentes, que no decepcionó a nadie: sonaron sus éxitos “Me, Myself and I” y “Keepin’ the Faith”, aplaudidos por los asistentes. Para mi pero la noche llegaba a su fin y volvía a casa mientras aún se revolvían en mi estomago las diferentes sensaciones de una noche muy especial y las cervezas que me había tomado.