Los ingleses Quireboys, del que sólo resta Spike como miembro original y fundador, vinieron a ofrecernos una noche de rock ‘n’ roll a mano de sus clásicos de siempre y de paso, la presentación de su nuevo trabajo “Homewreckers & Heartbreakers”. Con su voz quebrada a lo Bonnie Tyler y sus bailoteos, logró encandilar a los asistentes, que no éramos pocos, ya que la sala estaba a rebosar.

Desde que la mismísima Sharon Osbourne decidiera darles una oportunidad en el mundillo allá por el año 90 y saliera a la luz su álbum más venerado, “A bit of what you fancy”, han mantenido una carrera algo irregular. El que ha salido más a flote ha sido Spike, que editó algún que otro trabajo en solitario y colaborando con otros músicos, como es el caso de su álbum conjunto con Tyla de Dogs D’amour, “Flagrantly yours”.

Pese a que venían a presentar su nuevo trabajo, editado hace tan solo unos meses, el show pareció más bien una rememoración de los años pasados.Sin olvidar su frase de presentación: "Ladies& Gentlemans, we are Quireboys and this is rock'n'roll", “Don’t bite the hand” perteneciente a su segundo álbum, “Bitter Sweet & Twisted” fue la encargada de abrir la noche, seguido de la primera alusión a “A bit of what you fancy” con “Misled”. “Finer Stuff” y “This is rock’n’roll” fueron los únicos temas de los dos álbumes que siguieron a “Bitter” después de ocho años de silencio.

“Homewreckers & Heartbreakers” fue defendido con tres temas, “Mona Lisa smiled”, “I love this dirty town” y la pegadiza “Late nite Saturday call”. Pero lo que el público estaba esperando de verdad eran los temas de “Fancy” y pudimos quedar más que complacidos con la ráfaga de hits que ofrecieron.

Entre ellas, destacar, “Whipping boy”, “Hey you”, en la que Spike hizo uso de su harmónica, “Sweet Mary Ann” y la archiconocida “7 O’clock”. La balada “I don’t love you anymore” y la fiestera “Sex party”, con duelo de guitarras entre Guy Griffin y Paul Guerin (al que podemos atribuir un parecido razonable con el también guitarrista, John Sykes ) incluido.

En resumen, dieciséis temas, hora y cuarto de concierto…quizás se podrían haber quedado algo más de tiempo en el escenario, pero creo que ya no les quedaban temas de “A bit of what you fancy” por repasar.