Lo volvió a conseguir, si señor, un año más Fito Cabrales arrasa en ventas con su nuevo disco “Antes de que cuente diez” y ya está llenando en todos los conciertos de la gira. Aquí en Barcelona, estuvo dos noches con el Palau Sant Jordi entregado por completo a su propuesta musical. Acompañado nuevamente de su colega y productor Carlos Raya, su inseparable saxofonista Javier Alzola, Joserra Semperea, otro de las habituales, al Hammond, y cerrando esta formación de lujo los componentes más recientes en la banda, Alejandro “Boli” Climent al bajo y Daniel Griffin a la batería.

La actuación de Fito & Fitipaldis se inició con el single, de igual nombre que el disco, “Antes de que cuente diez”, al que le siguieron “Un buen castigo” y “Por la boca vive el pez”, donde ya pudimos apreciar el despliegue de la puesta en escena, con una gran pantalla de video como fondo de escenario, y dos laterales como en la anterior gira. Con “Viene y va” el público ya estaba más que animado, pasando entonces a un bloque musical más tranquilo con “Me equivocaría otra vez” o “Me acorde de ti”, luego tras su particular versión de “Todo a cien” de La Cabra Mecánica, turno de baladas como “Catorce vidas son dos gatos” y ,un poco más tarde, “Que me arrastre el viento”, medios tiempos y rock’n’roll como “La cuisine de Bernard”, “Quiero beber hasta perder el control”, “Barra Americana”, con la participación de Lichis, o “Whisky Barato”, canciones con claros tintes de blues y swing que le dan ese toque mágico a las composiciones de Fito y hacen que su música llegue a gran variedad de personas, como muestra el publico variopinto y la gran cantidad de padres e hijos allí presentes.

Siguiendo con el concierto y en un punto de total armonía entre los músicos, otra gran versión, esta vez de su amigo Roberto Iniesta, hablamos de “Deltoya” que volvió a subir la temperatura del Sant Jordi. Tras las presentaciones, uno de las grandes composiciones de este último disco “Tarde o temprano”, con la cual el público se hizo participe al final cantando en los coros. En este punto del concierto la intensidad se disparó con “La casa por la ventana” y con “Soldadito marinero” que acabo cantando todo el Palau a capela y con la banda en primera línea del escenario despidiéndose. Uno a uno fueron retirándose los músicos hasta que Fito quedó solo ante la multitud, recibiendo una espectacular ovación, un premio a todo el trabajo que el de Bilbao lleva realizando ya varios años atrás, por no decir más de una década.

El público quiere más, y Fito vuelve al escenario, él solito, con su guitarra, para deleitarnos con esa bonita canción de Platero y Tú, “Al cantar”, después se sumó Carlos Raya y sus “virguerías guitarreras” para “abrazar a la tristeza”, los dos sentados con sus guitarras españolas y a fuego lento dieron paso a la traca final con “Corazón oxidado” y “Que necesario es el rock’n’roll”, una declaración de principios con un ritmo trepidante y mostrando en las pantallas un desfile de portadas de discos de muchos de los héroes del rock, supongo de Fito y que de muchos de nosotros, pedazo canción, no podía acabar el concierto con más energía. Y ya para terminar, como viene siendo habitual, el canto honesto de Fito con “Acabo de llegar”, con toda la banda al frente y con el público enloquecido.