En este otoño plagadísimo de conciertos de rock, hard-rock, heavy y demás estilos hay para todos los gustos. En esta ocasión, el triplete de teutones formado por Primal Fear encabezando el cartel, Brainstorm y Jaded Heart, nos invitaban (metafóricamente) a pasar una noche de “puro heavy-metal” en su compañía. Todos ellos venían a presentar nuevo trabajo y Barcelona fue la primera fecha de esta gira conjunta que empezó con buen pie pero que sufrió algunos cambios a raíz de esta primera fecha.

Con media hora de retraso sobre lo previsto, ya que se alargaron más de la cuenta las pruebas de sonido de Primal Fear, Jaded Heart salieron al escenario sin apenas público (aunque fiel al menos), con el setlist reducido a tan solo treinta minutos y apretujados en un escenario abarrotado por instrumentos y parafernalia de los demás grupos. Todo y con eso, salieron con ganas y dispuestos a animar a la escasa audiencia.

El setlist contó con tan solo cinco temas, tres de ellos para promocionar su último álbum “Perfect Insanity” y dos de ellos del anterior “Sinister Mind”. “Love is a killer” pilló desprevenidos sus seguidores, ya que fue dicho y hecho (entrar y empezar). Sin pausas ni tiempo para despilfarrar, sonaron “Fly Away” y “Justice is Deserved” con un Johan Falhberg completamente encajado entre la batería de Axel y su propio pie de micro. “Hero” sirvió para empezar a poner a tono al público y “Freedom Call” para despedirse, sin tiempo para bises. Debido a estos recortes que se repitieron en las dos noches posteriores a Barcelona, Jaded Heart decidieron abandonar esta gira.

Una verdadera pena de actuación, no por ellos evidentemente ya que en su anterior visita junto a The Poodles dejaron más que demostrado que saben meterse al público en el bolsillo, con covers como “Paid my dues”. Son una banda que se compenetra a la perfección en directo, la base rítmica del batería Axel Kruse y el bajista Mülli suena imponente y sirve de apoyo a las melodías de guitarra de Peter Östros y los teclados de Wanna; Aunque este último destaca por sus coros, imprescindibles para echarle una mano a Johan en los agudos.

En cuanto a Primal Fear, como siempre, dieron un buen espectáculo de “heavy metal” con un Ralf Scheepers imponente a la voz. Tuvieron hora y media para repasar su discografía en un setlist en el que claramente predominaron las referencias a su última trabajo “Before the Devil knows you’re dead”. Temas como “Six Times Dead (16.6), “Under the Radar” sonaron igual de cañeros que de costumbre pero con un trasfondo electrónico, que hay quien se aventura a comparar con “Painkiller” de Judas. Y es que hagan lo que hagan, nunca podrán desprenderse de estas comparaciones, que deberían ser un orgullo para ellos porque que te comparen a Judas Priest no es moco de pavo; pero algo desmesuradas a mi parecer.

Con una atmosfera más íntima, luz tenue y tres taburetes preparados en el frente del escenario tocaron la balada “Hands of Time” en la que, Sinner tomó el mando de las voces y Scheepers se dedicó solo a corear. Como siempre, no faltaron ni los clásicos como “Metal is Forever”, ni el solo de batería a manos del canadiense Randy Black, ni los duelos de guitarra entre Henny Wolter, con su estilo desenfadado y el guitarrita que substituye a Magnus Karlsson en los directos; Alex Beyrodt, con un estilo de guitar-hero clásico, elegante y notablemente superior; Aunque Wolter terminó este duelo encañonando su guitarra a modo de escopeta y matando a Beyrodt de un disparo directo al corazón.

En general, buena noche para los amantes del heavy metal y de Primal en concreto, pero algo decepcionante para los que íbamos a ver a Jaded Heart. Otra vez será.