El galardonado por Enderrock por votación popular como mejor disco y artista del 2009, Miquel Abras, apareció el pasado día 15 de mayo para presentar en la Sala Luz de Gas, su último disco, “Temps de Zel”.

Lo hasta aquí relatado me deja claras dos cosas: ni yo ni mis amigos participamos en dicha votación popular, ni somos subscriptores de Enderrock. Y es que cada cual debe encontrar su sitio en el mundo.

Abras encontró el suyo en Luz de Gas con su media melena, formas de estrella de televisión y un escenario medio repleto de gente, entregado al buen hacer del artista y recitando de memoria, y no exentos de cierta beligerancia, todas y cada una de las canciones que Abras iba dejando. Y digo beligerancia porque mi compañera fotógrafa apenas pudo trabajar por los codazos de dicho público entregado iba soltando a medida que se acercaba al cantante. Parecía como si se hubiera fletado un autocar desde la Bisbal, que hubiera traído a toda la familia y amigos de Abras para celebrar su estreno.

Dicho todo esto, Abras lo hizo muy bien, en su estilo. Canta canciones pop pegadizas y sencillas que tienen su público, rollo club super 3. Temas muy celebrados como “Sola”, “l’Últim Adéu”, del último disco, “Frágil”, del primero, la coreada por el público “La nina dels meus ulls” también del último, y sobretodo, el ya hit popular, que repitió al final “Crida”, que encajaría perfectamente en un espot promocional de TV3. En general todo el concierto fue celebrado por el público, por encima de temas concretos.

Abras, de seguir así, no va a pasar a la historia como el gran renovador del pop contemporáneo, pero seguro que va a tener éxito, público y premios de los 40 principales, a los que dirigió la única dedicatoria del concierto.