Noche de puro rock’n’roll en la [2] de Apolo casi llena en un domingo. Como guinda perfecta de un fin de semana de grandes conciertos, recibimos la vuelta de Jesse Malin a los escenarios de Barcelona y otra esperada visita de los consolidados Bellrays, todo en el marco de la celebración por los 25 años de Ruta66.

El que fue cantante y alma de DGeneration en los años noventa, Jesse Malin, volvió a nuestros escenarios para presentar su nuevo trabajo, “Love It To Life”, con su actual proyecto The St. Mark’s Social, que cuenta en sus filas a todo un guitarra del calibre de Todd Youth. El concierto empezó con las notas de “Guns of Brixton” de los Clash y una versión muy potente del primer tema del disco, “Burning The Bowery”, que encendió los ánimos resacosos del público. Al poco sonaron también “Mona Lisa” y “Wendy”, ambas ya clásicas del repertorio en solitario del cantante, que bajó entre el publico e hizo sentar a todo el mundo, recordando que esa era la ultima fecha ibérica de su gira y que iba a pasárselo muy bien. Y con el, todos nosotros.

Volvió al escenario con un vaso de tequila y una grata sorpresa, una potentísima “Pay To Cum” de Bad Brains sonada a toda velocidad. Luego sonó “In The Modern World”, y otra sorpresa estaba a punto: Richard Bacchus, ya guitarra de DGeneration, subió al escenario para acompañar su antiguo compañero en una agitada “Degenerated”, que definitivamente cerró el espectáculo. Jesse Malin y su banda dejaron el listón muy alto para The Bellrays, que salieron un tanto calmados para carburar enseguida con un trío de temas muy apreciados: “One Big Party”, “That’s Not The Way It Should Be” y “Maniac Blues” recompusieron al publico y subieron la temperatura en la sala.

La potente voz de Lisa Kekaula, que un servidor veía por primera vez, se fusionaba a la perfección con la guitarra de Bob Vennum, el bajo de Justin Andres y la precisión en las pieles de Stefan Litrownik. Sonaron más temas y la cantante se bajó entre los asistentes para animar todavía más y llegar así a una distorsionada “Infection”, preámbulo del final. “Have a Little Faith” motivó todavía mas al publico mientras que “Snake City”, “Sister Disaster” y “Voodoo Train” cerraron el concierto. La formula del blues-punk resultó en un directo potente sin ser nervioso que cerraba así una semana muy intensa.