David Eugene Edwards, líder de Woven Hand, es un personaje curioso, predicador hipnotizante, utiliza su música influenciada por los sonidos más tradicionales de los indios americanos como válvula de escape a su fe y como redención de sus pecados. Así, nos hizo partícipes de una intensa velada en la abarrotada sala [2].

Presentaban "The Threshingfloor", séptima referencia del proyecto del otrora líder de 16 Horsepower. Vino acompañado de su mano derecha, el bajista Pascal Humbert, así como de un teclista, batería y un misterioso hombrecillo que aparecía a ratos por el fondo del escenario acompañando la distorsionada voz de Edwards. Así, la música de Woven Hand ganó en matices y se mostró más fiel al aroma étnico que se desgusta en sus discos, aumentando lo mostrado en el festival Azkena de hace un par de años donde se presentaron sólo como trío.

David Eugene aglutina las miradas constantemente a pesar de permanecer sentado durante toda la actuación. Gesticula, cierra los ojos, mueve las piernas constantemente, como si estuviera poseído por algún espíritu indio, sumergiéndonos en su particular rito ancestral. Durante los largos impases entre temas nos habla en una lengua desconocida, antes de arremeter con un nuevo viaje a las raíces nativas americanas, ya sea a través de su guitarra o con el banjo. En directo su propuesta suena más dura, sobretodo por la potente batería y por el compacto bajo de Humbert.

La homónima "The Threshingfloor" o "Sinking Hands" representaron a su nuevo LP, además de recuperar "Whistling Girl" o algún tema de su anterior trabajo, el celebrado y su mejor disco en mi opinión "Ten Stones". Un Edwards en trance nos mantiene alerta durante la hora y media de bolo, con su universo musical ajeno a modas y con su teatral actitud. Finalizaron con la ayuda a la percusión de un miembro del grupo telonero, los griegos Seven Seas Duet, ante una audiencia que permaneció atenta y silenciosa todo el concierto.

Así, Woven Hand convencieron una vez más, haciéndonos partícipes de su sonido único y de una propuesta inclasificable, absorbente y cautivadora. Seguiremos disfrutándolos.