No era un jueves cualquiera y eso se notaba en los aledaños del Auditori de Barcelona, uno de aquellos lugares con una acústica extraordinaria. Decidí llegar con tiempo suficiente para poder dar una vuelta por los alrededores, ver el ambiente que se palpaba en las terrazas, en las calles. Ellos con barba hispter, camisas a cuadros, pantalones una talla menos; ellas con faldas cortas, medias oscuras y jerséis coloridos. Eso si, todos ellos cerveza en mano, pitillo en la otra y con una ilusión en común, poder ver al grupo por excelencia del panorama indie español; aquellos que empezaron en 1993 y que sin lugar a dudas, se han convertido en el grupo de culto en mayúsculas, creadores de himnos generacionales, acompañantes de nuestras juventudes. Como no podía ser de otra manera, Los Planetas cuelgan el sold out; no tanto por sus contadas presencias en conciertos, sino por lo que me atrevería a decir, su formar parte de un estilo de vida, de entender la vida, de disfrutar de la música…

Pocos minutos pasan de las nueve, los Jota, Eric y Cía. desfilan hacia el escenario. La gente enloquece mientras empiezan a sonar los primeros compases de “El Poeta”, el primero de los 23 temazos que se deslizaron por el escenario. Inicio pletórico con temas como “Virgen de la Soledad”, “Ya no me Asomo a la Reja”, “Corrientes Circulares en el Tiempo”,… el público, como se dejaba ya entrever antes del concierto, entregadísimo, no paraba de acompañar las letras, haciendo que más de una vez se diluyera la voz de Jota. Pero el concierto tuvo un punto de inflexión, cuando sonó “Santos que yo te Pinte”. Hechizante el tema; cantado por todo el público en pie, que no volvió a sentarse ya en todo el concierto. Lo que hasta el momento, nunca había visto en salas de estas características.

Gran puesta en escena; quien espere ver a unos Planetas dando brincos por el escenario, se equivoca de grupo; casi inmóviles, con un interesante juego de luces que le daba un matiz hipnótico a la música y a la voz de Jota, secundando por unas excelentes guitarras, bajo, teclados y, ¡cómo no!, mención aparte para una de mis debilidades, Eric. Qué energía, qué manera de disfrutar con la batería y qué manera de hacernos disfrutar. Concierto que terminó con dos bises, ante un público desbordado, cuando Eric empezó a golpear la batería, arrancando los primeros compases de “Segundo Premio”, al que le siguieron “Pesadilla en el Parque de Atracciones”, “De Viaje” y “Copa de Europa”.

Se abrieron las luces del Auditori, dos horas largas de Los Planetas nos habían dejado a todos con un excelente sabor de boca, los granadinos se marcharon entre aplausos de un público rendido, una vez más, a su inconfundible sonido y orgullosos de ser “plantearios”. Hasta pronto.