Critica del concierto de The Afghan Whigs en Apolo (Barcelona) el 21 de Febrero de 2015La mas completa agenda de conciertos y bares, asi como la biografia y discografia de los principales grupos que tocan en Barcelona.
    

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The Afghan Whigs
Sala Apolo
21/02/2015

Texto: Fernando Poveda
Foto promocional

Tras una década aparcados, Greg Dulli reactivó a sus Afghan Whigs hace tres años, y así lo pudimos ver en un Primavera que, cuando ya ni se me pasaba por la cabeza verlos en directo, nos sirvió a muchos para quitarnos la espinita que llevábamos clavada desde que se suspendió aquel maldito concierto en Bikini a finales de los 90. Esta vez, más rodados y con un más que digno LP bajo el brazo “Do to the Beast”, llegaba el momento de consumar la venganza en un show sin restricciones, para los “true” fans y en una oscura sala idónea como lo es el Apolo, con el atronador sonido que ello conlleva. Lógico el llenazo pues con mucho fan del resto de la Península, y aunque a nivel sentimental me hubiera gustado ver de nuevo a Rick McCollum a las seis cuerdas, la banda reclutada es la mejor que ha rodeado al artista en este siglo, una banda que no se conforma con reproducir el legado de los Whigs sino que se encamina firmemente hacia adelante.

Prueba de ello es un setlist que contó con hasta nueve de los diez nuevos temas, iniciándose con el ritmo sincopado de “Parked outside”, con la voz del de nuevo rechoncho Greg a pleno rendimiento, sin haber bajado un ápice en desgarro y profundidad. Y, después de ponernos firmes aclarando que no iba a tolerar ningún flash más en sus ojos, con el nuevo single “Matamoros”, algo más acelerado que en disco, aunque en general los nuevos temas ganaron respecto al disco. Con “Fountain and Fairfax”, “Somethin’ Hot”, “Turn on the Water” o con la nocturna “Step into the Light” picaron en cada una de sus obras magnas, las que les sitúan en lo alto de las bandas de la era alternativa. Esto creció exponencialmente con “Debonair” o “Gentlemen”, temas esperados y recibidos como se merecen, con esas guitarras hirientes desatadas derrochando electricidad y nervio, ahora a cargo de Jon Skibic y Dave Rosser y la clase del carismático cantante mandando en la sala, en ocasiones olvidando la guitarra y cogiendo el micro para moverse más divo y teatral.

Ante un show que había ido “in crescendo” paulatinamente, nuevos temas con Dulli al teclado como la melancólica “It Kills” (de lo mejor del nuevo en mi opinión) o “Can Rova”, ralentizaron el tempo aunque no la intensidad, recordándome a momentos de otros bolos vistos de Twilight Singers o Gutter Twins, y demostrando que el abanico de los Whigs es a día de hoy amplio, como lo ha sido la evolución de su líder durante estos años. De hecho, se podría decir que incluso discográficamente no lo han tomado donde lo dejaron, sino que podemos establecer una evolución estilística lineal siguiendo los proyectos del compositor, cualquiera que sea el nombre del grupo. Desempolvaron “John The Baptist” del negroide y festivo “1965”, y pisaron el acelerador con “My Enemy”, del mejor disco de los ’90, “Black Love”, situándonos, con el corazón en un puño, dentro de un film de cine negro. En los bises, siguieron las bazas ganadoras con “Summer’s Kiss”, y es que tienen temazos para aburrir, recuperaron “Teenage Wristband” de Twilight Singers (algo que no acabé de pillar) y cerraron como era de esperar con la épica de “Faded”, con ese teclado inicial que acaricia los sentidos y te guía dulcemente al final.

Por todo ello, el retorno cobra todo el sentido del mundo en una época en la que sufrimos más a menudo de lo deseable, reunificaciones en las que no encontramos ni la honestidad ni la vigencia de la que hacen gala los de Cincinnati. Con las expectativas cumplidas, ésta será una de las actuaciones de este recién iniciado 2015 y una satisfacción el contar de nuevo en semejante estado de forma con una banda que goza de un status y reconocimiento incluso superior al de su primera etapa. Ojalá podamos disfrutarlos de nuevo en algún festival veraniego y nos vuelvan a sorprender con otra joya como este “Do to the Beast”.





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