Una bonita noticia ha supuesto el retorno de los hermanos Bielanko al frente de Marah, tras ocho años separados, durante los cuales Dave ha tirado del carro; y con la excusa de la reedición en vinilo de “Kids In Philly” al cumplir su 15º aniversario. Al parecer Serge se ha divorciado y ha decidido que era el momento de combinar su triple paternidad con la vorágine del rock’n’roll, aunque hasta ahora a tiempo parcial y en pruebas. Tras unos shows de reunión en USA en 2015, los de Philadelphia han pillado el avión hacia, ¡cómo no!, España, para visitar a un público con el que mantienen un vínculo especial. Además, la vuelta del batería Dave Petersen y del imprescindible Adam Garbinski acercan a Marah a lo que fue su mejor versión, la que en los ’00 parió discos con canciones imperecederas y nos deleitaron con veladas inolvidables.

Una nota en las redes nos avisaba los días previos que el concierto se adelantaba a las 20,30, lo que ya presagiaba que venían con ganas de dar un concierto largo y no dejar nada en el tintero. Y eso es lo que se pudo constatar, una banda rejuvenecida, con total complicidad, muchas tablas y frescura a pesar de lo reciente de su reactivación. No se llega a apreciar realmente el universo de estos tipos hasta que no se disfrutan en directo temas como “East”, “Freedom Park” o “The Dishwasher’s Dream”, un grupo que en directo sube peldaños y gana fans. Ecos al primer Springsteen o a los Replacements (a los que no versionearon esta vez), alimentan musicalmente las historias de unos artistas que se meten al público en el bolsillo con pasmosa facilidad. Pueden pasar del derroche eléctrico donde el citado Garbinski respalda y aporta alma al conjunto, a momentos acústicos donde los Bielanko con una armónica, una guitarra y dos voces a grito pelao, te enamoran y conectan de un modo al alcance de muy pocos.

Mención especial para Serge, quien sacó su faceta literaria, y paseándose entre la gente hizo gala de una soltura y unas dotes de “entertainer” que arrancaron una sonrisa en los presentes. Un repaso a su discografía pre-separación nutrió un setlist plagado de temas donde Dave suele poner voz a historias cercanas teñidas de buen rock’n’roll y rock americano, en muchas ocasiones doblado por su hermano y con abundantes coros. Versátiles como músicos, alternan instrumentos en un show dinámico y entretenido, incluso con un anónimo nuevo miembro encargado del pedal steel, aunque el momentazo del show fuera cuando cantaran “Round Eye Blues” y “Walt Whitman Bridge” sobre la barra de La [2] a pulmón, con Serge birra en mano.

Tras casi dos horas, queda claro que la vuelta ha merecido la pena, quizás no lleguen ahora a las masas como muchos pronosticaban años atrás, pero parece claro que tampoco es lo que buscan. Una base de fieles fans siempre los acompañará y eso para ellos parece ser suficiente. De momento, parece ser que irán reeditando en vinilo toda su discografía, de hecho se abarrotó el puesto y muchos salieron con LP’s, y un nuevo álbum parece necesario y más que probable. Algo dijeron de nuevas fechas para el verano, parece que la cosa se consolidará, así que estamos de enhorabuena si la banda sigue rodándose y además nos regala unas cuantas canciones más con el sello típico Bielanko.