Critica del concierto de Ministry en Razzmatazz sala 2 (Barcelona) el 29 de Julio de 2016La mas completa agenda de conciertos y bares, asi como la biografia y discografia de los principales grupos que tocan en Barcelona.
    

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Ministry
Sala Razzmatazz 2
29/07/2016

Texto: Max G. Lavarello
Cartel promocional

Por fin, tras muchos, demasiados años de espera, la legendaria banda estadounidense de rock industrial, que tanto éxito tuviese en los años ’90 gracias, en gran parte, a ese hit single que fue “Jesus Built My Hot Rod”, incluido en su disco “Psalm 69” (1992), se presentaba en Barcelona para deleite de sus seguidores, la mayoría ya rozando o superando la cuarentena. Aunque, a decir verdad, a quien todo el mundo venía a ver era a su alma mater, el iconoclasta Al Jourgensen. Ministry es una formación que ha sufrido numerosos cambios de personal a lo largo de su trayectoria, el más traumático, sin duda, debido al fallecimiento en 2012 de su guitarrista Mike Scaccia, tras el cual Jourgensen declaró que la trayectoria del grupo había llegado a su fin (hasta llegó a realizar una supuesta gira de despedida). Por fortuna, el viejo Al recapacitó y, un par de años más tarde, volvió a poner a Ministry en marcha. Así, junto a los guitarristas Sin Quirin y César Soto, el bajista Jason Christopher, el baterista Roy Mayorga (quien también militó en los Soulfly de Max Cavalera), y el ya veterano John Bechdel (Killing Joke, Fear Factory, entre otros) a los teclados, Jourgensen salía al escenario de la sala mediana de Razzmatazz, ante una audiencia bastante numerosa, que, a pesar de todo, no consiguió colmar el aforo.

Al ritmo de “Hail to his Majesty”, primer tema del último trabajo de la banda, “From Beer to Eternity” (2013), y con las pantallas de video mostrando furiosas imágenes relativas a la temática que Ministry tratan en sus canciones (básicamente, una crítica feroz a la maquinaria capitalista e imperialista norteamericana, en su más amplio sentido), Al y los suyos dieron inicio a un concierto arrasador, sin tregua, en el que sonaron títulos del mencionado disco, como “PermaWar” y “Punch in the Face”, seguidos de otros del rabioso “Río Grande Blood” (2006), tales como “Señor Peligro” y “Lies, Lies, Lies”, ambos tremebundos en su fiereza y que sonaron a gloria, despertando la apasionada reacción del público. Pasaron de puntillas por “Houses of the Molé” (2004), del que interpretaron la solitaria “Waiting”, y dejaron de lado otros trabajos inmediatamente anteriores, como “Animositisomina” (2003) o “Dark Side of the Spoon” (1999). La banda sonaba ciertamente compacta, con las afiladas y machaconas guitarras de Quirin y Soto, la destructiva base rítmica de Mayorga y Christopher, y las bases y colchones electrónicos de Bechdel quebrando las nucas de los que ahí nos encontrábamos. Turno entonces para las esperadas “N.W.O.” y “Just One Fix”, del aclamado “Psalm 69”, que sin duda supusieron el clímax de la noche, siendo como son dos de los temas más conocidos de Ministry.

Retrocedimos a continuación unos años más, hasta “The Land of Rape and Honey” (1988), del que pudimos escuchar “The Missing”, “Deity” y “Stigmata”. Fue precisamente con este trabajo cuando Al Jourgensen decidió darle un giro más metálico al sonido del grupo, tras unos dos primeros álbumes basados en la electrónica, “With Sympathy” (1983) y “Twitch” (1986), que no tienen cabida en el actual repertorio que la banda suele interpretar en directo. Entremedio, la rapidísima “Thieves”, el arrollador tema de su celebrado “The Mind is a Terrible Thing to Taste” (1989), supuso otro de los momentos álgidos del concierto. Vuelta a “Psalm 69” con el fantástico y casi marcial tema homónimo, tras el que la banda se retiró del escenario, para regresar poco después con “So What”, del antes mencionado “The Mind…”, y “Khyber Pass”, de “Río Grande Blood”, temas que precedieron a “Gates of Steel”, la versión de los singulares y grandísimos Devo con la que cerraron la velada. Con los músicos ya en el backstage, y los presentes reventados por la brutal descarga que acabábamos de recibir, las pantallas de video y los altavoces de la sala siguieron en marcha al ritmo de sendos videoclips de Surgical Meth Machine, el nuevo proyecto de Al Jourgensen, cuyo álbum del mismo nombre fue lanzado el año pasado, y que, no en vano, contiene la mencionada versión de Devo.

Como dijo Julio César, “Veni, vidi, vici”. Al y su actual versión de Ministry son un arma de destrucción masiva, y los que estuvimos en su show de Barcelona, nos dejamos aniquilar con todo el placer del mundo.





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