Ocean Colour Scene
Sala Apolo 1
01/12/2016
Texto: Fernando Costas
Y llegó el día. Me encontraba hasta excitado por poder ver a una de las bandas a las que siempre he tenido en alta estima, con una discografía en la que nunca había llegado a profundizar por misterios del universo. Siempre he pensado en ellos como una banda no de “hits”, sino de grandes canciones, con una más que digna trayectoria. Pues bien, podría resumir la experiencia del concierto en tres conceptos muy básicos: impecable, sin sobresalto alguno, tedioso. Simon Fowler, Steve Cradock, Oscar Harrison y compañía afrontaron una contienda ganada de antemano, ofreciendo un setlist compuesto en esencia, de su álbum más emblemático, “Moseley Shoals”, con motivo del 20º aniversario, y en una sala hasta los topes de un público entregado.
Con inmejorable arranque versioneando la siempre agradecida “Day Tripper” (The Beatles), fueron soltando el equipaje tal y como era de esperar: “Riverboat Song”, la eterna “The Day We Caught The Train”, “The Circle”, “Living Your Pockets”… una tras otra de forma tan solvente como previsible. Y es aquí donde empiezan los problemas. Que no se me mal interprete, pienso que Fowler es un buen cantante, pero es en los cortes más baladeros donde se hace evidente la carencia de un timbre de voz personal y de un buen chorro de voz, lo que hace que estupendas composiciones se conviertan en un suplicio para un servidor. Vamos, que no es Paul Weller, por poner un ejemplo con “parentesco” con la banda. Dicho esto, el concierto continuó sin sorpresas, con mucha eficiencia y con un repertorio final de unas 20 canciones, ampliamente basado en baladas (vaya) del groso de su discografía, hasta terminar con un estudiado bis compuesto por el medley “Robin Hood/Live Forever” para rematar con el soberbio trallazo de “Hundred Mile High City”. A estas alturas, a mí ya me habían perdido. El resto del respetable quedó encantado.
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