Los californianos The Hangmen caían de nuevo por Barcelona inmersos en una de sus recurrentes largas giras por España, por séptima vez según anunció Bryan Small desde el ajustado escenario de Sidecar, y una vez más, como también aseguró, la ciudad no les decepcionó, agolpándose en el sótano de la Plaza Real. El plan era muy apetecible: viernes noche, un club diminuto y una auténtica banda rawk’n’roll con pedigrí, todo apuntaba alto, más recordando su última visita en Upload en el que fue uno de los primeros bolos post-pandemia sin restricciones, donde cuajaron un bolazo. Repitieron como teloneros The Deathlines, banda local con el incansable Mario al frente, quienes desgranaron los sonidos 90’s de su “Interzone”, y mostraron más matices y menos velocidad que en su anterior comparecencia.

La nueva rodaja de los Hangmen se titula “Stories To Tell”, y supone una nueva bala dorada en una discografía sin pasos en falso. Presentaron nuevas canciones como “Last Time I Saw You”, la stoniana “Bayou Moon” o esa delicia llamada “Midnight Riders” que sigue la tradición de otros temas melancólicos anteriores que podrían sonar en la banda sonora de un western crepuscular, y que sin duda nos dan “algo más”. Con un Bryan Small más comunicativo que en otras ocasiones, la actitud fue impecable durante la hora y cuarto, y se notó que los cuatro estaban disfrutando de la gira y la energía e intensidad no decayó en absoluto. La dupla con el entrañable Jimmy James a la guitarra solista forjó un sonido sucio a prueba de bombas, y equilibraron un repertorio que picoteó entre todos sus trabajos, con ambos llevando el peso escénico en perfecta conjunción, junto a la solidez del batería y una siempre discreta Angelique al bajo.

“Downtown” o “Bent” nos devolvieron al año 2000, cuando “Metallic IOU” los puso en el mapa en nuestro país, y otros temas ya clásicos de su repertorio como “Homesick Blues” (con recuerdo a Ron y Eddie de los Supersuckers) o “Blood Red” ya en los bises, enardecieron a los fans que los han ido siguiendo todos estos años. A última hora cayó también su habitual cover del “Russian Roulette” de los Lords Of The New Church, nada sorprendente, referenciada como está su música a los sonidos que Steve Bators, Gun Club o los más recientes Social Distortion han cultivado en el pasado. Jimmy James nos confirmó al acabar el bolo, una gira de su otra banda, Junkyard, para el próximo año, lo que garantiza, al igual que en esta ocasión, una noche de rock a la vieja usanza, algo de agradecer y en vías de extinción en 2023, dentro de un panorama actual tan diversificado. Estaremos atentos.