La mas completa agenda de conciertos y bares, asi como la biografia y discografia de los principales grupos que tocan en Barcelona.

 
 
Ver las otras entrevistas <-a The Cherry Valence por: JAIME GONZALO

Cómo prenderle fuego al rock duro posmoderno según The Cherry Valence

RECONVERSORES DEL «ROCK'N'ROLL» DE LED ZEPPELIN EN ECUACION FILOSOFAL, THE CHERRY VALENCE PATENTAN EL HEAVY PUNK SUREÑO CON UN PRIMER ALBUM DONDE CONSIGUEN QUE LOS 70 NO HUELAN A NAFTALINA Y EAU DE CALVIN KLEIN, SINO A PURO CLIMAX.

De Carolina del Norte surgió entre las décadas de los 80 y 90 una celebrada escena ''alternativa'' que, conformada por grupos como Archers Of Loaf, Superchunk y Polvo, hizo las delicias de la nación indie. Esas bandas que hoy nadie recuerda procedían de Chapel Hill, reducto universitario y pastoso al que a escasas millas daba contrapunto la ciudad obrera de Raleigh, nucleo rock por excelencia de la región.

Inspeccionando aquel territorio hace ya varios años conocí a Cheetie Khumar, una exótica belleza nacida en la India y criada en el Bronx que tenía a su cargo la representación artística de dos de las bandas más energéticas de Raleigh. El destino nos cruza de nuevo cuando descubro su nombre en la nómina de The Cherry Valence, el secreto-mejor-guardado de Estrus en lo que va de año, esta vez como una de las dos guitarras solistas de una banda que además también dispone de dos baterías y dos cantantes. Flamígero, sulfuroso, contaminante, su sonido machaca a golpe de riff ultraligero la pantomima del posmodernismo para regresarle al rock su sentido de la veracidad. Un único elepé, recordatorio en poderío y estilo al de los leoneses Buffalo -que, por cierto, alguien debería reeditar ya-avala la integridad sónica de este antídoto contra la aerofagia stoner. Cheetie La Douce nos aclara las diferencias entre el revivalismo poltronero y el testimoniaje sincero.

Cuando nos conocimos a principios de los 90 te encontrabas al frente del sello Blast-O-Platter, en el que figuraban bandas como Motocaster y Glamour Puss, de la que formabas parte, ambas enraizadas en el rock'n'roll, por aquel entonces una opción nada usual en Carolina del Norte, tan dominada por el sonido ''alternativo'' de las bandas de Chapel Hill. La vuestra era una postura de francotirador, contra todas las modas...
Blast-O-Platter fue fundado en el 92 por Bo Taylor, de Motocaster, exclusivamente para publicar el primer single de su banda. Poco despues, Paul Siler (bajista de C.V.) y yo utilizamos el nombre para sacar singles de bandas locales a las que todo el mundo ignoraba. Nuestras mejores referencias fueron un doce pulgadas compartido por Regraped y Shiny Beast, y un single de Trucker, una gran banda de rock en la que Paul tocaba la guitarra junto a Jamie Williams (el otro guitarrista de C.V.). Todos los grupos a los que estábamos vinculados tocaban rock. Siempre ha habido una gran diferencia de sonido entre las bandas de Chapel Hill y Raleigh. Hay veinticinco millas de autopista entre ambas ciudades, y las bandas de Raleigh tienden a ser más duras y desafortunadas. No es una ciudad en la que abunde prensa o radio. La única banda ''conocida'' de Raleigh es Corrosion Of Conformity. Yo no llegué a Raleigh hasta 1990, pero por lo que he oido, me perdí muchas buenas bandas punk/hardcore como No Labels y Days Of, regionalmente bastante conocidas. Desde entonces, la pasada década vió una coexistencia de interesantes bandas progresivas (Regraped, Shiny Beast), pop punk (Erectus Monotone) y rock (Finger, Motocaster, Trucker). Miembros de estas últimas y gente más joven se encuentran en The Cherry Valence, cuyo sonido es una versión más ''madura'' de lo que hacían Trucker, Finger y Motocaster. Las influencias son ahora más metálicas, hard rock de los 70.

También fuiste mánager de Motocaster y Finger, una jugosa banda de rock guitarrero a la que no sonrió la suerte, a pesar de ser uno de los mejores talentos de Raleigh. Puede que a The Cherry Valence le suceda algo parecido, ¿cuál es la mentalidad de la banda respecto a sus expectativas de vida?
¡Quién sabe cuántas bandas extraordinarias han existido que nadie ha llegado a escuchar! Seguramente la mejor banda de cada ciudad corre esa suerte. El principal problema es que las bandas no salen de gira. Esperan que una discográfica se fije en ellos en lugar de ingeniárselas para sacar discos por su cuenta, se niegan a dejar sus trabajos y no quieren abandonar a sus novias o esposas o perros. Todo eso es una mierda. Tal como lo vemos nosotros, en la música no puedes plantearte ninguna meta, eso son cosas que van saliendo por si solas. La motivación principal ha de ser el disfrute que te procura el grupo, la diversión de tocar en directo y la satisfacción de grabar. Todo lo demás es un vehículo para esto, no los medios por los que sucede. Has de sentir lo mismo tocando en un sótano y en un club, grabando en cuatro y en veinticuatro pistas. Trabajar duro no es ninguna garantía de que vayas a obtener el ''éxito'', pero quedarte sentado en casa no te va a ayudar. Sea cual sea la suerte de The Cherry Valence, sé que todos nos hemos dedicado al grupo, hemos trabajado duro, nos hemos divertido, y hemos recorrido mucha autopista.

Por cierto, ¿qué pasó con Finger?
John Howie, su batería, se fue para ponerse al frente de una formación de country alternativo. Intentaron seguir con distintos sustitutos y grabaron una gran maqueta con producción de Mitch Easter, pero su momento había pasado. Nunca salieron de gira, la desmoralización les venció. Unos se casaron, otros se graduaron en sus estudios, algunos se mudaron. Brad Rice, el guitarra, pasó por Backsliders y actualmente toca en Whiskey Town.

La historia nos demuestra que el 99% de las bandas de rock lo dicen todo en apenas tres álbumes. En tu opinión, cuánto debería durar un grupo antes de volverse enojoso o estéril.
Estoy de acuerdo, los tres primeros discos de cualquier banda son los que cuentan, pero algunos grupos van más allá y hacen las cosas de modo distinto. AC/DC lograron mantener fresca una fórmula simple pero inimitable hasta al menos «Back In Black», y esos son muchos discos, conservando su grandeza, al menos en directo. A veces una banda consolida su sonido en el tercero, cuarto y hasta quinto disco, caso de Aerosmith. James Brown creció con el tiempo, como Neil Young, los Beatles y Black Flag. La cuestión es que las grandes bandas no siguen rehaciendo lo mismo una y otra vez, excepto AC/DC o Motorhead, que básicamente existen y te dan una lección cada vez que actuan en tu ciudad. Si llegas a ser muy bueno en algo, lo mejor que puedes hacer es encontrar otra cosa que te resulte más difícil de conseguir. Si eso no ocurre, disuelve la banda y búscate un curro de nueve a seis.


«Una compañía británica iba a licenciar el disco en Europa, pero eso no sucedió. Aparentemente hay un modesto sello italiano que ha expresado cierto interés, pero hasta que vayamos allí no sabremos lo que puede suceder con nosotros en Europa» (Cheetie Khumar)

¿Cómo nació The Cherry Valence?
Paul y yo estábamos juntos en Glamour Puss. Afortunadamente no duramos mucho. Paul pasó a tocar la guitarra con Trucker, que, como he dicho, eran una excelente banda de punk rock'n'roll, muy trabajadora y excitante. Giraron por Estados Unidos un par de veces sin que ninguna discográfica se percatara de su potencial. Tras la muerte de uno de sus miembros, Paul, Jamie y yo formamos The Cherry Valence junto al batería Nick Withley y un cantante que ya no sigue con nosotros. Giramos por el país varias veces, y ganamos y perdimos varios miembros. Brian Quast fue el único que resistió, era batería pero le pusimos al órgano, un instrumento que no había tocado hasta entonces. Luego lo compaginó de nuevo con la batería y empezó a cantar. Al mismo tiempo, Nick nos sorprendió a todos cogiendo el micro y poniéndose a cantar temas de Deep Purple durante los ensayos. Entonces todo empezó a encajar. Teníamos dos baterías y dos cantantes, y un organista. Perdimos miembros pero ganamos instrumentos.

Cherry Valance es el magnífico nombre de una de las protagonistas femeninas de «The Outsiders». ¿Os interesa la obra de S.E. Hinton?, ¿sabéis si ha escrito más novelas además de «Rumblefish» y «That Was Then»? (Nacida en Tulsa, S.E. Hinton escribió «The Outsiders» a los diecisiete años, iniciando una breve saga de dramas suburbiales protagonizados por adolescentes disfuncionales que F.F. Coppola llevó a la pantalla con irregulares resultados, N.delA.)
Ninguno de nosotros es un estudioso de S.E. Hinton. Supongo que leimos sus libros en el instituto. Jamie estaba viendo en televisión la versión cinematográfica de «The Outsiders» y le gustó el nombre de la chica porque era la que creaba todos los problemas. Cambiamos una letra y le añadimos el The.

Un nombre tomado de una novela de delincuencia juvenil y un sonido de peso pesado, que evoca el proto metal rock de finales de los 60 y primeros 70... todo lo que ha de tener una banda censada en Raleigh, la ciudad más curriqui de Carolina.
Raleigh es una ciudad chunga en muchos aspectos, pero es la capital del estado y posee una gran diversidad racial y económica. Es sucia pero real. Y muy curriqui, sí, aunque la revolución de los ordenadores está intentando cambiar eso, desafortunadamente. Siempre han habido buenos grupos en Raleigh. Ahora mismo están los Loners, Apollo Credence, Halifax, Olympus Mons, Iskariot.

 

 

The Cherry Valence
Duelo de guitarras, uno de los tics de los 70 que The Cherry Valence dinamitan con saña y furia

El público sucumbe ante bandas que como The Strokes o At The Drive In exhiben una imagen enrrollada y unas raices musicales ''legales'' pero carecen de sustancia. Contrariamente a esto, The Cherry posee una imagen vulgar pero su sonido conjuga genuina energía. ¿Cómo os regís para decidir qué y cómo tocar?
Ninguno de nosotros ha estudiado arte o diseño. Vestimos tejanos y camisetas porque es ropa cómoda que resiste intacta en las giras aunque actues, descargues el equipo y duermas con ella. La actitud en el rock se ha convertido en una caricatura. Todo el mundo simula ser duro y peligroso, pero eso no es lo que hace buena a una banda. La actitud ''rockista" no debería medirse por ropas, tatuajes o botellas de Jack Daniels ingeridas. De haber un mensaje, este no te llega si la música no te atrapa primero. AC/DC, MC5, son bandas que comprendieron totalmente a Little Richard y Chuck Berry. Esos tipos fueron los mejores y los primeros, y creo que este es un hecho que lamentablemente se ha olvidado. Nosotros no queremos olvidar ese sentimiento que se desprende de «Rip it up» cuando la escuchas... suena a sudor. Dyke & The Blazers, Can, Funkadelic suenan como si tocaran como lo hacen porque no conocen otra manera de hacerlo, no porque aparenta bien. Nuestra regla es disfrutar de lo que hacemos y reducir el pasteleo al mínimo.

Stooges, MC5, AC/DC son los nombres que baraja la crítica para describir vuestra música, pero lo cierto es que ninguno de ellos es apreciable escuchando el elepé de The Cherry. Yo diría que Led Zeppelin, Blue Cheer y Deep Purple son referencias más apropiadas.
Eso es interesante. Lo de Stooges/MC5 lo dicen sobre todo a propósito de nuestro directo. Admiramos a ambos grupos, y a AC/DC, pero estoy de acuerdo contigo, no sonamos como ellos y en la camioneta escuchamos mucho más a Deep Purple, Blue Cheer y Led Zeppelin. Supongo que sigue siendo más ''distinguido'' para la gente emplear ciertos nombres y por eso nos encuadran en el revival Detroit, pero nuestras influencias abarcan a Cheap Trick, los primeros Motley Crue, Budgie, Ten Years After (los del album «Ssshhh»), cosas de Humble Pie, discos de Stax, Parliament, Outkast, las primeras grabaciones de ZZ Top, Van Halen (sólo sus discos con David Lee Roth), The Who, Aerosmith, Bad Brains... No pararía de citar grupos, hay mogollón de ellos.

¿Dirías que garage rock blues es un buen término para describir lo que haceis?
No está mal. No obstante, aunque grabemos para Estrus y nos gusten bandas como Sonics y Pretty Things, no nos sentimos parte de la escena garage rock. Y no estoy segura de si el blues encaja tampoco. De todas maneras, las tres palabras juntas trasmiten un concepto bastante preciso para nuestro caso. Nos sentimos más una banda de rock que cualquier otra cosa. Algunos han dicho que somos como un cruce entre la Chocolate Watch Band, Black Flag y Deep Purple, y eso no está mal para empezar. ¿Qué tal Punk Arena Rock?

Allman Brothers, Grateful Dead, Gary Glitter, Roy Wood's Wizzard, James Brown... todos experimentaron con doble batería. ¿Os inspirasteis en alguno de ellos?, ¿qué pros y contras plantea tocar con dos baterías?
Nadie nos ha inspirado en eso. Brian empezó tocando un tambor en los conciertos y decidimos probar con la batería completa. Tiene muchas ventajas. Nos permite más opciones en escena: a veces tocan los dos baterías al unísono, otras uno de los baterías pasa a ser el frontman; puede también que no haya nadie al frente, que Nick cante desde la batería y Brian se ponga al órgano... en ocasiones todo esto junto puede pasar en una misma canción. También proporciona diferentes niveles de intensidad y dinámicos a nuestras canciones. La única desventaja es que no siempre es fácil meter dos baterías en un escenario pequeño... y a los técnicos de sonido les da pánico. Tampoco puede decirse que resulte sencillo grabar dos baterías.

Dos baterías, dos guitarras solistas, dos cantantes... está claro que esa abundancia enriquece la música, pero seguramente también es una fuente de conflictos, conflictos de ego.
No hay ninguna banda que se libre de eso. En nuestro caso, esa duplicidad nos empuja a mejorarnos. Todos somos muy competitivos, pero nunca nos peleamos por quién hace qué en una canción. Las cosas surgen por si solas, cada canción es un mundo diferente... De hecho, si fueramos una banda de formación normal, las cosas nos resultarían más dificiles. Tal como estamos podemos experimentar con la configuración de las canciones, cambiarla sobre la marcha, de bolo en bolo. Todo el mundo en la banda acaba participando en esas remodelaciones.

La hoja promocional de Estrus apunta que The Cherry son ''the now sound of the new rising South". De alguna manera eso destaca una calidad sureña que no se puede aplicar del todo a Carolina del Norte.
Desde luego Carolina del Norte no es el Sur Profundo, no forma parte del Delta. Es el Sur con un poco de la atmósfera de costa este. Ciertas cosas del Sur ancestral son vergonzosas, pero estamos orgullosos de ser de aquí, ya que el Sur es la cuna del rock'n'roll. De Carolina del Norte, en particular, son Thelonious Monk, George Clinton, John Coltrane. Para nosotros, este estado es un punto medio: la basca puede comer pollo frito y mecerse en su porche, pero también puedes llegarte hasta Nueva York o Washington DC conduciendo unas pocas horas.

Como mujer, cuáles son tus sensaciones al tocar -guitarra solista nada menos- en una banda que maneja los códigos de algo tan masculino como el hard rock.
No pienso demasiado en ello. Siempre me he sentido atraida por el rock, rock duro especialmente, y no lo veo como algo solo para chicos, aunque la verdad no creo que interese a muchas mujeres. La gente está acostumbrada a que las chicas sean cantantes o bajistas, pero todo eso ha cambiado. Si puedes tocar, no importa si eres chico, chica o ambas cosas. No veo que hoy día ser chica en una banda de rock constituya nada especial, y espero que los otros lo vean igual.

¿Y qué hay del componente sexista del rock duro?
Nuestras canciones hablan de música, de tocar música, de relaciones personales, observaciones particulares de nuestras vidas y de las de los demás. No hay nada degradante en las letras, y el sexismo es degradante.

De cualquier forma, sexy es uno de los adjetivos que mejor cuadran en el ataque sónico de los Valence, y ese es uno de los factores que más se ha difuminado en el rock moderno.
Creo que la buena música y el sexo son mejores si no los analizas demasiado. Me alegra que encuentres nuestra música sexy. Hoy día mucha gente que toca rock es demasiado consciente de si misma, de su vestuario e imagen, de su equipo o corte de pelo, piensan demasiado. Se han olvidado de olvidarlo todo y limitarse a sentirlo.

La estructuración ''progresiva" de canciones como «Action» da a entender que también vosotros sois una banda pensante.
Tocarlo todo a un ritmo de 4/4 es bastante aburrido al cabo de un tiempo. Algunas veces surgen riffs que requieren cierta reflexión, pero esta la llevamos a cabo de inmediato, en el mismo local de ensayo. Generalmente, si algo tarda en cuadrar o requiere un esfuerzo suplementario para que aprendamos a tocarlo, lo abandonamos al momento.

Hablemos de vuestra discografía, aparte del elepé en Estrus.
Tenemos un single que salió el pasado otoño en un sello de DC llamado Fandango, pero está agotado. Queríamos sacar otro single, pero hemos pasado demasiado tiempo tocando. Hemos escrito un puñado de canciones nuevas que esperamos grabar este invierno. El segundo elepé no aparecerá hasta el próximo verano, pero mientras tanto editaremos un EP si nos es posible.

Por el momento, vuestra reputación se cimenta en las actuaciones que habeis dado por territorio americano. ¿Cómo de duro resulta a una banda de rock ''démodé'' trabajarse el mercado estadounidense?
Depende de lo que entiendas por duro. Durante tres años hemos sido capaces de actuar por todo el país por nuestra cuenta y sin tener publicado ni un solo disco. Cada vez que volvemos a tocar en una ciudad, el público crece. No hacemos mucha pasta ni salimos en las revistas, pero una banda como la nuestra tiene la bendición, o maldición, de necesitar tocar más y más y más. El rock'n'roll es así.

Copyright RUTA 66, 2001 - Nº 176


Ver Ruta66


sello:

Estrus

mp3:

Turn It (on) Up (2796 Kb.)
It's Over, Baby (3645 Kb.)

Artículo en:

Willamette Week Online