Lluvia de meteoritos sobre Laurel Canyol
UN ESPLENDIDO SEGUNDO ALBUM CONSAGRA A ESTA BANDA CALIFORNIANA
QUE PARECE ESCAPADA DE LAS VETUSTAS PAGINAS DE UNA ENCICLOPEDIA
ROCK FECHADA EN 1970. DE SONIDO ORGANICO Y VOLATILES CANCIONES QUE
VAN SEDIMENTANDO EN LA MEMORIA A CADA NUEVA ESCUCHA, «ONCE WE WERE
TREES» ES UNA GRABACION MAS AMBICIOSA DE LO QUE A PRIMERA VISTA
PARECE. ''AMERICAN COSMIC MUSIC'' CON SELLO DE AUTENTICIDAD.
"¿Cuando se enmendarán los corazones?/¿Cuando
me sentiré libre?/Ciertamente no en esta abarrotada ciudad''
(«Hearts mend»)
No hace falta desprecintar el disco y hacerlo sonar. La portada
-cuatro rostros camuflados en la vegetación, aseverando que,
en efecto, ''una vez fuimos árboles''- ya expresa gráficamente
lo que encontraremos en su digital interior. En las fotos, el cuarteto
de Los Angeles posa a la vieja usanza: nada de actitudes agresivas
o narcisistas, sino la clase de presencia casual, casi ausente,
de las viejas fotos promocionales de Buffalo Springfield o The Band.
¿La música contenida en «Once We Were Trees»
(Houston Party, 2001)? Muy bien, gracias. Tonadas casi eclesiásticas
en su vocación melódica y espiritual, arreglos insidiosamente
complejos presentados con absoluta y envidiable naturalidad, armonías
a varias voces destilando semiolvidadas melancolías, y letras
que invocan un mañana mejor con la clase de voluntarioso
optimismo que el punk cortó de cuajo. Chris Junst (guitarra,
armónica, voz), Dave Scher (steel, teclados, voz), Brent
Rademaker (bajo, voz) y Aaron Sperske (batería) se fueron
hasta Amherst, Massachusetts, a casa de su amigo J Mascis, para
grabarlo. El ambiente distendido que allí se respiraba ayudó
al desarrollo de esta obra que se inicia bucólica y soñadora
en delicias como «Confusion is nothing new», «Let
it run» o «Old manatee», va complicándose
a medio recorrido -y no precisamente por la inclusión de
un tema de Sade Adu, «By your side», como lo hubiera
hecho un joven Neil Young- y concluye en ácido pandemonio
en cortes como «Jugglers revenge» y «The good
night whistle». Como en los buenos viejos tiempos
Contadme vuestros orígenes en bandas
alineadas en el indie-rock.
Chris - David y yo fuimos juntos a la universidad. Allí había
una emisora de radio donde los dos teníamos un programa.
Además yo tocaba en un grupo llamado Strictly Ballroom, y
había otro grupo, Further, donde estaba Brent, nuestro bajista.
También toqué con ellos, así conocimos a Brent.
Cuando Further se separaron, Brent y yo decidimos ponernos a tocar
música country por pura diversión.
Dave - Yo tocaba la steel guitar y esa es la razón de que
esté en el grupo
Chris - Ya era amigo nuestro, así que funcionó perfectamente.
Vuestras canciones sugieren un Los Angeles
lleno de misterio. ¿Cómo definir ese misterio?
Dave - Este nuevo álbum trata precisamente de escapar al
misterio de Los Angeles.
Chris - El único misterio en Los Angeles es la ambición,
allí están la industria del cine y de la música,
y eso envenena a sus habitantes.
Dave - Todo el mundo allí es (en español) ''casi famoso''.
Chris - Vivíamos en el downtown de L.A., pero yo ahora vivo
en Seattle.
Siempre se cita a Byrds, Burritos y Springfield
en relación con vuestra música. ¿Es una simplificación?
Chris - Nos gustan mucho esas bandas, claro, pero sospecho que se
nos compara simplemente porque procedemos de California. Es una
comparación fácil hecha por periodistas perezosos.
Dave - (En español) Categorías fáciles para
periodistas flojos.
Chris - Es un honor que nos comparen a grupos tan grandes, grupos
que hicieron tan buena música.
Personalmente creo que vosotros la llevais
más allá, un poco como otras bandas de L.A., digamos
Love o Beach Boys en su madurez.
Chris - Sí, nos ha influenciado todo tipo de música,
pero de ningún modo somos un grupo retro. Queremos ir hacia
el futuro, como cualquiera, pero lo hacemos de una forma distinta.
En el estudio, ¿hay mucha improvisación?
Chris - Grabamos el álbum en casa de nuestro amigo J Mascis.
Estábamos grabando en el salón. Era el hogar de un
amigo, así que hubo un ambiente muy creativo y de total libertad.
Dave - Hicimos una gira por la Costa Oeste teloneando a su nuevo
grupo J Mascis & The Fog, y después de aquello él
nos ofreció su estudio. Fue muy excitante para nosotros,
pues a todos nos gustaban mucho Dinosaur Jr.
"Once We Were Trees" (Sub Pop Records)
un esplendido segundo album
¿Cómo es Mascis en la intimidad?
Chris - Una persona maravillosa.
Dave - Ahora mismo está muy lúcido. Es una persona
muy espiritual, que ve las cosas con una gran claridad. En su casa
hubo un ambiente muy bueno. Toca la guitarra en dos canciones.
Chris - Hablábamos con él de sonidos o de una guitarra
concreta de la que no disponíamos. Al día siguiente,
cuando volvíamos al estudio, encontrábamos un misterioso
banjo que él había dejado para que lo utilizáramos
en la grabación.
Dave - Es una persona muy hospitalaria, pero de un modo muy silencioso.
Creo que este especial ambiente se puede palpar en el disco.
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«Nuestras canciones representan lo que somos
como personas, seres complejos. No se puede hablar una vez con alguien
y comprenderle como persona, por eso estas canciones necesitan más
de una audición para calar, son muy personales» (Chris Junst)
Otro valedor vuestro ha sido Beck.
Chris - Estaba en el primer concierto que hicimos. Luego fuimos
teloneros suyos en algunos de sus conciertos. Conoce a Brent desde
hace años, habían tocado juntos en varios grupos de
Los Angeles.
Dave - Brent y él provienen del mismo circuito de músicos.
Chris - Es una persona muy creativa y muy amable. Coincidimos en
el festival de Reading y se enrolló con nosotros, nos invitó
a presenciar su actuación desde el escenario.
Dave - Ahora anda muy ocupado, no le vemos mucho. Es un artista
prodigioso.
Chris - Era un gran seguidor de la emisora KFLU donde estábamos
pinchando yo y Dave. Escuchaba un programa de viejos blues llamado
Blues Hotel que ponían a medianoche. Siempre dice que aprendió
a tocar la guitarra escuchando ese programa.
Dave - Aquella emisora fue el nexo de toda una escena, incluido
Beck.
Hablemos del primer álbum, «Beachwood
Sparks» (Houston Party, 2000). ¿Donde y cómo
lo grabasteis?
Chris - Lo grabamos en un estudio profesional, pero era de un conocido
nuestro y también estuvimos muy cómodos. Lo que ocurre
es que estábamos empezando, eramos cuatro músicos
que habían tocado juntos sólo unos meses, y por eso
las influencias son más evidentes. Teníamos que hacer
un álbum como punto de partida, eramos un grupo muy nuevo.
Ahora podemos juntarnos y hacer música más personal,
no nos asusta mostrar nuestras facetas más extrañas.
Grabar aquel primer disco fue muy divertido, pero éramos
sólo unos críos.
Dave - Despues de la grabación viajamos y actuamos juntos
durante dos años. El año pasado vinimos a España
por primera vez. Hemos ganado mucha experiencia y la música
se ha ido desarrollando en consecuencia.
Chris - Ahora el sonido del grupo es más nuestro
«Once We Were Trees» sigue
una rara progresión: empieza suave y etéreo, y finaliza
en un apabullante freak out.
Dave - ¡Caos!
Chris - Fue algo inconsciente y creo que por esto funciona. Hicimos
lo que nos salía naturalmente.
Un handicap es que vuestros discos son
complejos, necesitan varias escuchas.
Dave - Es el resultado de lo que hacemos, su propia naturaleza.
Muy extraño, ¿no?
Chris - Yo eso lo tomo como un cumplido, porque significa que requiere
cierta reflexión. No queremos hacer música desechable,
éxitos instantáneos. Nuestras canciones muestran sentimientos
personales, representan lo que somos como personas, seres complejos.
No se puede hablar una vez con alguien y comprenderle como persona,
por eso estas canciones necesitan más de una audición
para calar, son muy personales.
Esta ambición por crear una obra
superior a la suma de las partes os aproxima más a las grandes
bandas de los 60 que las más obvias analogías.
Chris - Es cierto. Creo que ideológicamente estamos más
cerca de esas bandas que a nivel de sonido o canciones.
¿Cómo se traduce esto al
escenario? ¿Se recrea el material o simplemente se interpreta?
Chris - Cada concierto es diferente, todos experimentamos con nuestros
instrumentos. En mi opinión, cada noche es distinta.
Dave - Este segundo álbum es más representativo de
lo que se experimenta en nuestras actuaciones. El primero lo superamos
muy rápidamente y, en los conciertos, la gente esperaba las
bonitas melodías del disco y se encontraba bajo una lluvia
de meteoritos.
¿Cómo ha ido la experiencia
de tocar otra vez en España?
Chris - Los dos últimos conciertos han estado muy bien. La
primera vez que vinimos no se nos conocía, la gente no sabía
qué esperar de nosotros, pero esta vez la respuesta del público
ha sido excelente. En España estais muy abiertos a la música,
no como en Estados Unidos, donde la música es tan comercial
que cuesta encontrar gente interesada por el underground. Aquí,
no importa lo que hagas, despierta interés.
Dave - La gente en Madrid y Zaragoza estuvo muy entusiasta, y esto
hace que las actuaciones tengan mucha más vida. Lo estamos
pasando muy bien.
Copyright
RUTA 66, 2002 - Nº 180
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